-donde estas?- pronuncia triste y desesperada
-aquí! encima de tu pecho, reposo con tu mirada a la espera de alguna reacción..- respondo con lentitud y descuido.
Solo con el sonido de su respiración mi pulso se relaja y su piel me devuelve el calor perdido en mis pensamientos fríos.
-ayer lo pasaste bien?.- pregunté, con los labios bajo su mirada.
suspiró alegremente -en tus brazos encontré un mar que surcar durante días.
en un abrazo eterno encontramos nuestros cuerpos gélidos, con miradas perdidas en las arrugas de las sabanas.
corta estancia en comparación a la riqueza del ambiente que flota por las calles grises de una vieja Nueva York;
donde dejamos nuestras almas impregnar las sales de muestras películas, recorriendo agrietadas aceras en forma de paseos interminables;
imaginando como en otros tiempos nuestros referentes se inspiraban en las mismas calles.
fotografías tomadas con la Pentax ME, películas ILFORD.
en lo alto, me escondo entre las nubes,
debajo, el verde aliento de la montaña, que susurra al cielo,
lagrimas claras, rotas en los picos, caen al vacío junto al viento,
juguetón desde niño, los picos rodean el muro del castillo, gritan auxilio, piden alivio, gozan soledad dentro de un ojo oscuro,
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